Únase al Dr. Raghu Appasani para una exploración profunda de las necesidades emocionales y psicológicas de los niños, con especial atención en aquellos que han experimentado un trauma. Haciendo caso omiso de la suposición común de que los niños simplemente necesitan sermones y consejos sencillos, el Dr. Raghu profundiza en el concepto crucial de apego seguro. Esta es una necesidad que trasciende el nivel socioeconómico, el nivel educativo y otros factores externos. Descubra cómo la presencia emocional constante, más que cualquier sermón o castigo, puede mejorar fundamentalmente la salud mental y el bienestar de un niño. Escuche mientras el Dr. Raghu analiza estrategias para fomentar apegos seguros, revela hallazgos de un conmovedor estudio francés sobre la necesidad humana de contacto y seguridad emocional, y ofrece ideas sobre cómo "estar ahí" verdaderamente para un niño.
Transcripción:
¿Qué necesitan realmente los niños?
"A menudo actuamos bajo el supuesto de que los niños no son conscientes de sus necesidades. Si bien esto puede ser cierto para muchos, no descarta el hecho de que incluso si los niños no son conscientes de sus necesidades, todavía las tienen. Mi experiencia con Numerosos niños que han sufrido un trauma (un término que debería definirse de manera amplia) revela que el trauma y la adicción, ambos interpretados en un sentido amplio, son experiencias comunes para muchos. En esencia, tanto los niños como los adultos buscan una cosa: un apego seguro. Esta necesidad es tanto consciente como inconsciente.
Los niños no suelen necesitar sermones ni consejos no solicitados. Más bien, lo que necesitan es que alguien simplemente esté ahí para ayudarlos. A pesar de su resistencia, la presencia de una figura constante en sus vidas puede enseñarles confianza y seguridad. Esto se está volviendo cada vez más desafiante en la sociedad moderna, donde los adultos a menudo están preocupados por el trabajo u otras responsabilidades, o pueden estar físicamente presentes pero distraídos con sus teléfonos o computadoras portátiles. Lo esencial es el establecimiento de un apego seguro.
Un estudio conmovedor pero inquietante realizado en Francia hace años implicó dividir a los bebés en dos grupos. Ambos grupos recibieron necesidades básicas como alimentos, nutrición y agua. Sin embargo, un grupo también recibió cariño físico, mientras que el otro no. Los bebés privados de contacto físico no sobrevivieron, lo que pone de relieve la necesidad crítica de un apego y una crianza seguros. La liberación hormonal del contacto físico es vital para la supervivencia.
Cuando se trata de niños que no pueden explicar sus acciones, ya sean autolesiones o problemas de conducta, la clave es estar presente con ellos. Crear un espacio seguro les permite liberar su energía y comenzar a expresarse. Es importante animar a los niños a desarrollar un vocabulario para sus experiencias y sentimientos, ya que muchos adultos tienen dificultades para articular sus emociones. Preguntar a los niños no sólo sobre sus sentimientos sino también sobre sus sensaciones físicas puede ayudarles a comprender y regular mejor sus emociones desde una edad temprana.
A medida que la sociedad ha evolucionado, hemos priorizado la inteligencia cognitiva sobre la presencia física. Sin embargo, es crucial reintegrarlos a ambos para abordar la crisis de salud mental. Al reflexionar sobre mi trabajo, recuerdo un momento transformador con un joven con problemas en un centro residencial. Simplemente sentándose con él y ofreciéndole consuelo físico, pudo encontrar paz y regresar a un estado de seguridad infantil. Esta experiencia subraya la profunda necesidad de conexión humana, contacto y ser abrazado, lo que puede parecer descabellado para algunos, pero es fundamentalmente humano".
-Raghu Appasani, MD
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